El Hotel B es una joya oculta en el barrio de Barranco en Lima, Perú, que se convirtió en un espacio indispensable para los fanaticos del arte. El hotel arts-boutique es el único Relais & Châteaux en la capital peruana, y fué renovado con bastante gusto por Susana de la Puente y otros asociados.
El edificio fue construido en 1914 y fue un cobijo de verano para la aristocracia limeña. Tras una importante reforma realizada por el arquitecto francés Claude Sahut, la familia García Bedoya lo ocupó para disfrutar de sus vacaciones. Hoy en día, el hotel es un lugar lleno de historia y arte, con una bella compilación de proyectos precolombinas y contemporáneas que se encuentran en todos y cada rincón del hotel. Todas las 17 habitaciones del lugar alberga esculturas, pinturas y fotografías de artistas contemporáneos de todo el planeta, creando un ambiente exclusivo y lleno de glamour.
El exterior del edificio es de color gris-blanco, decorado al estilo francés de la temporada, con columnas, urnas y balcones que invitan a la contemplación y al disfrute de los sentidos. La fachada fué restaurada por escultores de la Escuela de Preciosas Artes y expertos carpinteros italianos, con la intervención del diseñador peruano Jordi Puig y el arquitecto David Mutal.
Entre las primordiales propietarias del hotel es Susana de la Puente, quien es una destacada Arquitectura banquera de inversión de Novedosa York y una apasionada del arte, la hotelería y la gastronomía. Junto a su hermana Lucía, dueña de la famosa galería de arte limeña Galería Lucía de la Puente, adquirieron la gran vivienda y la rehabilitaron para transformarla en un lujoso hotel boutique que alberga parte de la colección de arte de ambas.
La visión de Susana de la Puente es que reunir maravillas artísticas es mucho más que la suma de operaciones de compra-venta, ya que la vocación de coleccionista implica asimismo comunicar el placer de una parte artística con muchas personas. Por esta razón, decidió ceder parte de su compilación personal para ser colocada en el Hotel B, convirtiéndose en uno de los más importantes atractivos del hotel.
Además de esto, el Hotel B cuenta con el Mejor Restobar-Lounge, según los premios Summum en 2019. El lugar de comidas es un espacio cubierto de arte y buen gusto, que destaca en la escena gastronómica, por su delicada carta. La oferta de su cocina se rige por la estacionalidad, el protagonismo del producto local y la importancia de la trazabilidad de su género, además de una buena selección de vinos y una variada oferta coctelera de autor ágil y versátil, en la que destacan los cócteles a base a Pisco, el destilado peruano, con insumos locales y de temporada.
En resumen, el Hotel B es una experiencia única que combina la historia, el arte, la gastronomía y la hotelería de mucho lujo. La visión de Susana de la Puente creó un ámbito único que es un must para los amantes del buen gusto.